En la Laguna de Gómez (distrito de Junín), aparecieron miles de peces muertos, en su mayoría pejerreyes, carpas y bagres, entre otras especies.
Este fenómeno se debe a que las fuertes ráfagas de viento removieron el fondo de la laguna donde hay gran concentración de detritos, que se acumularon producto de la sequía que afectó a la zona en los últimos días.
Se trata de unas partículas que surgen como resultado de la descomposición de una masa sólida, lo que causa una falta de oxígeno en el agua, que terminó con las vida de miles de peces de la Laguna de Gómez.
Empleados del municipio de Junín recorrieron la costa recolectando los restos para llevarlos a otro lugar.
De todos modos, la magnitud del fenómeno provocó que la cuadrilla de trabajadores municipales tenga que extender la tarea por un par de días más.
"La laguna venía bajando mucho a un nivel que llamaba la atención", dijo Gustavo Frederking, presidente de la Sociedad Rural de Junín.
"Nos despertamos con esta noticia. El problema sería la sequía porque bajó mucho; no hubo denuncias de ninguna otra cuestión. Se quedaron sin oxígeno; la mortandad venía, pero de carpas, bagres. De pejerrey no había mortandad", agregó.
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