Con los Dirigentes a la Cabeza o con la Cabeza de los Dirigentes.
Hoy, como Normalizador General de las 62 Organizaciones Gremiales Peronistas a nivel nacional, asumo con responsabilidad la tarea de trabajar por la unidad de los trabajadores.
En un momento crítico para nuestro país, donde los problemas estructurales y la falta de representación genuina afectan profundamente a quienes sostienen la economía, es esencial que el movimiento gremial recupere su fuerza y legitimidad.
La Realidad de los Trabajadores.
Los trabajadores enfrentan un escenario cada vez más adverso.
Los trabajadores enfrentan un escenario cada vez más adverso.
Según datos recientes, una familia en CABA necesita ingresos mínimos de $1.643.939,75 para alcanzar el nivel de clase media.
Sin embargo, la mayoría de los hogares apenas logran cubrir lo básico, y muchos se encuentran por debajo de la línea de pobreza.
Esta realidad no es solo económica; es estructural.
Esta realidad no es solo económica; es estructural.
La precarización laboral crece, el empleo informal afecta a miles de familias, y los costos asociados al trabajo, como transporte y alimentación, aumentan constantemente.
Esto deja a los trabajadores en una situación de vulnerabilidad que no puede seguir siendo ignorada.
Además, la recuperación de un sistema de salud digno para los trabajadores y sus familias es una deuda pendiente que debe ser prioritaria.
Además, la recuperación de un sistema de salud digno para los trabajadores y sus familias es una deuda pendiente que debe ser prioritaria.
Ningún trabajador puede desarrollarse plenamente mientras su acceso a la salud y a otros derechos básicos esté comprometido.
El Rol de las 62 Organizaciones.
Las 62 Organizaciones Gremiales Peronistas representan la oportunidad de revertir esta situación.
Las 62 Organizaciones Gremiales Peronistas representan la oportunidad de revertir esta situación.
Este movimiento histórico tiene la capacidad de reestructurarse desde las bases, con un liderazgo que entienda las necesidades reales de los trabajadores y que actúe en consecuencia.
Contamos con referentes como Miguel Sosa, cuya visión de unidad y lucha genuina inspira el camino que debemos seguir.
Contamos con referentes como Miguel Sosa, cuya visión de unidad y lucha genuina inspira el camino que debemos seguir.
Su liderazgo ha demostrado que las 62 Organizaciones pueden ser una herramienta poderosa para recuperar los derechos perdidos y construir un sindicalismo fuerte, transparente y comprometido con sus bases.
Desde mi lugar, representando al Sindicato Único de Monteros Argentinos (SUMA), entiendo que el desafío no es solo organizar a los trabajadores, sino también devolverles la confianza en sus representantes.
Desde mi lugar, representando al Sindicato Único de Monteros Argentinos (SUMA), entiendo que el desafío no es solo organizar a los trabajadores, sino también devolverles la confianza en sus representantes.
La unidad debe ser el motor que impulse nuestras acciones, no como un discurso vacío, sino como una estrategia concreta para enfrentar los problemas que vivimos día a día.
Es innegable que el sindicalismo argentino enfrenta un momento de crisis.
Muchos trabajadores han perdido la confianza en las estructuras tradicionales, como la CGT, que históricamente representó a la clase obrera.
Los acuerdos bajo cuerda y la desconexión con las bases han generado una percepción de abandono.
Esta situación no puede continuar.
Esta situación no puede continuar.
Los dirigentes gremiales tienen una responsabilidad histórica: estar al lado de los trabajadores y no de los intereses empresariales o políticos que los alejan de su propósito original.
La reconstrucción de la confianza debe ser una prioridad.
Un Llamado a la Acción.
Este no es solo un llamado a los trabajadores, sino también a los dirigentes gremiales que nos representan.
Es tiempo de organizarnos, de actuar y de reconstruir un movimiento obrero que realmente defienda nuestros derechos.
Es tiempo de la unidad nacional, con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes.
Desde las 62 Organizaciones, vamos a trabajar para construir una representación sólida, que escuche, actúe y defienda a quienes sostienen este país.
Desde las 62 Organizaciones, vamos a trabajar para construir una representación sólida, que escuche, actúe y defienda a quienes sostienen este país.
La unidad no es negociable, porque solo juntos podremos cambiar este panorama y recuperar el lugar que los trabajadores merecen.
Hoy, más que nunca, necesitamos un sindicalismo que sea la herramienta de lucha y transformación que los trabajadores argentinos necesitan.
Hoy, más que nunca, necesitamos un sindicalismo que sea la herramienta de lucha y transformación que los trabajadores argentinos necesitan.
El desafío es grande, pero juntos podemos enfrentarlo.
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