Debemos superar el odio para construir con amor el país que soñamos.
Argentina atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia.
Mientras el pueblo sufre por la inflación, los bajos salarios y la pérdida de derechos, el gobierno no solo demuestra una desconexión con las necesidades reales, sino que también cuenta con la complicidad de legisladores que avalan medidas en contra de los intereses de todos los argentinos.
Han votado leyes que profundizan la desigualdad, desmantelan beneficios históricos y nos llevan a un modelo donde prima el negocio personal sobre el bienestar colectivo.
Esto no es solo un error; es una traición al pueblo.
Un ejemplo claro de esto es la situación de la CGT, una organización que alguna vez fue el bastión de lucha de los trabajadores.
Un ejemplo claro de esto es la situación de la CGT, una organización que alguna vez fue el bastión de lucha de los trabajadores.
Hoy, permanece escondida en un placard, inmóvil frente al ataque sistemático contra los derechos laborales.
La ausencia de la CGT contrasta con el despertar de algunos sindicatos, como La Fraternidad, que han salido a defender lo poco que queda de los salarios y condiciones laborales.
Pero la lucha de estos gremios es aislada, porque quienes deberían liderar la resistencia están cómodos en su inacción.
Mientras tanto, el gobierno, consciente de su debilidad electoral, busca suspender las PASO para ocultar la realidad: no tienen candidatos fuertes ni proyectos claros.
Mientras tanto, el gobierno, consciente de su debilidad electoral, busca suspender las PASO para ocultar la realidad: no tienen candidatos fuertes ni proyectos claros.
Pretenden manipular las reglas del juego, algo que nunca se había hecho en un año electoral, para ganar tiempo y mantener el control.
Además, en lugar de presentar líderes con ideales y propuestas, imponen costos a quienes quieren participar, convirtiendo la política en un negocio privado.
Esto no solo es un atropello contra la democracia, sino una burla a los argentinos de buena fe que aman a su patria y desean lo mejor para el país.
Las incoherencias de este gobierno son evidentes.
Las incoherencias de este gobierno son evidentes.
Mientras los trabajadores no superan los $500.000 mensuales, operadores de redes sociales cobran sueldos que rondan los $3 millones.
Estas cifras no solo son indignantes, sino que reflejan el desprecio por las necesidades reales del pueblo.
En un país donde las rutas están abandonadas, los hospitales carecen de insumos, la educación y la seguridad están en crisis, se prioriza el maquillaje político y el show en redes sociales.
Este gobierno gobierna para las apariencias, no para el pueblo.
El desmantelamiento del Estado también se refleja en la pérdida de beneficios que costaron años de lucha.
El desmantelamiento del Estado también se refleja en la pérdida de beneficios que costaron años de lucha.
Beneficios laborales, sociales y económicos que fueron conquistados con sangre y sacrificio.
Hoy, el gobierno de Milei representa una amenaza directa a esas conquistas, respaldado por votantes jóvenes que, en muchos casos, no vivieron las luchas del siglo XX.
No se dan cuenta del abismo al que nos están llevando, ni de que su discurso de libertad esconde un modelo de entrega de nuestros recursos y soberanía.
Estamos frente a un proceso de colonización encubierta, donde el país se despoja de lo propio para beneficiar a intereses externos.
Pero no podemos quedarnos en la crítica.
Pero no podemos quedarnos en la crítica.
Este es un llamado a la reflexión, a superar el odio que divide a la sociedad.
Tanto desde la derecha como desde la izquierda, el odio solo genera resentimiento y paraliza al país.
Es hora de un abrazo histórico, como el que alguna vez unió a dirigentes peronistas y radicales para poner a Argentina de pie.
La sociedad necesita unirse, consolidarse, y priorizar el trabajo, la salud, la educación, la seguridad y la justicia como pilares fundamentales.
Desde el "Partido Republicano Federal", creemos que es posible recuperar esos valores.
Desde el "Partido Republicano Federal", creemos que es posible recuperar esos valores.
No seremos cómplices de un gobierno que le quita medicamentos a nuestros jubilados, que abandona a los enfermos, y que condena a las nuevas generaciones a la falta de cultura y educación.
Tampoco aceptamos la complicidad de legisladores que han permitido estas políticas.
Es momento de darle, en las urnas, una respuesta contundente a quienes han fallado al pueblo.
Debemos construir un futuro basado en la democracia, el respeto a los derechos humanos, y la reconstrucción de un Estado presente.
Argentina necesita líderes con empatía y sensibilidad, que trabajen para todos los argentinos y no solo para unos pocos.
Argentina necesita líderes con empatía y sensibilidad, que trabajen para todos los argentinos y no solo para unos pocos.
Los trabajadores, los jóvenes, y todos los que desean un país mejor merecen ser representados por un gobierno que valore su esfuerzo y los coloque en el centro de las decisiones.
Unámonos en este llamado al abrazo histórico, superemos nuestras diferencias, y trabajemos juntos para construir, con amor y compromiso, el país que soñamos.
Atentamente, "Jaime Alper" Presidente del Partido Republicano Federal.
Unámonos en este llamado al abrazo histórico, superemos nuestras diferencias, y trabajemos juntos para construir, con amor y compromiso, el país que soñamos.
Atentamente, "Jaime Alper" Presidente del Partido Republicano Federal.
compañero Alper estoy totalmente de acuerdo con su análisis pero va a llevar un tiempo poder sacar a los corruptos e infiltrados DE LA POLÍTICA pero también tenemos que bajarnos del pony dejando la soberbias y la mezquindad como también el querer ser caciques por que la unidad es la igualdad y que todos pero todos seamos soldados militantes
ResponderBorrar