La seguridad y la inseguridad son dos caras de una misma moneda, y hoy más que nunca están en el centro del debate social en la Argentina, particularmente en la provincia de Buenos Aires.
Es nuestro deber, como ciudadanos y dirigentes, abordar este tema con seriedad, determinación y propuestas concretas que devuelvan la paz y el orden a nuestra sociedad.
LA SEGURIDAD: UN DERECHO FUNDAMENTAL.
La seguridad no es un privilegio, es un derecho inalienable de todo ciudadano que el Estado debe garantizar con políticas claras y eficientes.
La seguridad no es un privilegio, es un derecho inalienable de todo ciudadano que el Estado debe garantizar con políticas claras y eficientes.
Sin embargo, la seguridad no se reduce a la presencia policial en las calles; es un sistema integral que abarca la prevención, la educación, la justicia y la reinserción social.
1) Prevención integral:
La seguridad comienza con la prevención, y esto no es solo responsabilidad de las fuerzas policiales.
Se requiere un accionar conjunto entre las instituciones policiales, judiciales y gubernamentales, asegurando que cada una cumpla con su función sin excusas ni dilaciones.
2) Aplicación firme de la Ley:
2) Aplicación firme de la Ley:
No puede haber seguridad si la justicia no actúa con rigor.
Cuando un delincuente es detenido, deben considerarse sus antecedentes, la gravedad del delito y su reincidencia.
La justicia no puede seguir liberando delincuentes con la puerta giratoria de las excusas garantistas.
La Ley debe aplicarse con firmeza, respetando el debido proceso, pero sin concesiones para quienes atentan contra la sociedad.
3) Educación y reinserción:
3) Educación y reinserción:
Un Estado serio debe contar con instituciones que eduquen, reformen y reinserten a quienes han cometido delitos.
Es imperativo legislar sobre la obligatoriedad de estudios o capacitación laboral para los reclusos, garantizando que, al salir, tengan herramientas para reinsertarse en la sociedad y no volver al delito.
La creación de cárceles de máxima y mediana seguridad, con programas de trabajo obligatorio, debe ser una prioridad en la agenda de seguridad nacional.
4) Penas más severas:
4) Penas más severas:
La legislación actual es obsoleta y laxa.
Es necesario reformarla para que las penas sean acordes a la gravedad de los delitos.
La imputabilidad debe comenzar a los 14 años, con un régimen de sanciones progresivas.
Además, quien use armas en un delito debe ser juzgado con la misma severidad que un mayor de edad, y quienes cometan homicidios deben enfrentar cadena perpetua con un cumplimiento efectivo de al menos 37 años.
LA INSEGURIDAD: CONSECUENCIA DEL ABANDONO DEL ESTADO.
La inseguridad que vivimos a diario es la consecuencia directa de un Estado ausente o cómplice, que ha permitido la proliferación del delito al no implementar medidas firmes para su control.
LA INSEGURIDAD: CONSECUENCIA DEL ABANDONO DEL ESTADO.
La inseguridad que vivimos a diario es la consecuencia directa de un Estado ausente o cómplice, que ha permitido la proliferación del delito al no implementar medidas firmes para su control.
1) Leyes débiles y justicia permisiva:
No podemos seguir tolerando un sistema donde los delincuentes tienen más derechos que las víctimas.
Si queremos recuperar la seguridad, debemos exigir a nuestros legisladores la modificación de las leyes vigentes, endureciendo las penas y eliminando beneficios para los reincidentes.
2) Educación obligatoria hasta los 18 años:
2) Educación obligatoria hasta los 18 años:
La educación es un pilar fundamental en la lucha contra la delincuencia.
Es inaceptable que miles de menores estén fuera del sistema educativo sin consecuencias.
Debe ser obligatorio el cursado de la educación primaria y secundaria hasta los 18 años, con instituciones de seguimiento que controlen su cumplimiento.
Para quienes incumplan, el Estado debe intervenir con instituciones especializadas en reeducación y formación laboral.
3) Trabajo o estudios obligatorios después de los 18 años:
3) Trabajo o estudios obligatorios después de los 18 años:
La sociedad no puede sostener a individuos que decidan no trabajar ni estudiar.
A partir de los 18 años, debe ser obligatorio el estudio terciario o la formación en un oficio.
Quienes se nieguen deben enfrentar sanciones que pueden ir desde antecedentes penales hasta penas de cumplimiento efectivo en caso de reincidencia en la ociosidad o la delincuencia.
4) Creación de la Policía Judicial:
4) Creación de la Policía Judicial:
La corrupción y la falta de control interno han debilitado a nuestras fuerzas de seguridad.
Es necesario crear una Policía Judicial, especializada en la investigación del crimen, que trabaje en conjunto con la justicia para agilizar procesos y evitar la impunidad.
5) Institución de seguimiento de encausados:
5) Institución de seguimiento de encausados:
No basta con condenar a un delincuente; debemos asegurarnos de que no reincida.
Para ello, es fundamental la creación de un organismo que haga un seguimiento estricto de quienes han sido condenados, verificando su reinserción en la sociedad y su cumplimiento de las obligaciones educativas o laborales.
UN LLAMADO A LA ACCIÓN:
El pueblo argentino no puede seguir viviendo con miedo.
UN LLAMADO A LA ACCIÓN:
El pueblo argentino no puede seguir viviendo con miedo.
La inseguridad no se combate con discursos, sino con acciones concretas.
Desde el "Partido Republicano Federal" exigimos a nuestros representantes en el Congreso que impulsen las reformas necesarias para cambiar esta realidad.
No podemos permitir que la delincuencia siga destruyendo familias, arrebatando vidas y sembrando el terror en las calles.
No podemos permitir que la delincuencia siga destruyendo familias, arrebatando vidas y sembrando el terror en las calles.
Es hora de poner fin a la impunidad, de reformar las leyes y de construir una Argentina donde la seguridad sea una prioridad real y no una promesa electoral vacía.
El cambio comienza con la decisión firme de enfrentar el problema sin medias tintas.
El cambio comienza con la decisión firme de enfrentar el problema sin medias tintas.
Desde nuestro espacio, estamos listos para dar esa batalla.
NOTA, gentileza de "Jaime Isaac Alper", Presidente del Partido Republicano Federal.
NOTA, gentileza de "Jaime Isaac Alper", Presidente del Partido Republicano Federal.
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